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Claude Monet "El puente de Charing Cross" 1899
Este paisaje poco nítido de Monet posee un bajo contraste y una composición simple que con solo unas cuantas pinceladas se genera una representación del puente de Charing Cross. La paleta formada por colores pasteles, desaturados, en tonos azules dan la sensación de tranquilidad y calma. A lo lejos se puede divisar un horizonte y como se abre el cielo en solo un espacio a partir de tonos cálidos.
Siento que la influencia fotográfica influye en la obra debido a que se asemeja a las copias de los primeros ejemplares que tenían defectos justamente en la falta de nitidez, un estado borroso que remite a la sensación de lo instantáneo del momento, de rapidez y fugaz. También se puede decir que es una obra que va en camino a la abstracción.